ENTREVISTA: La vida del Che en viñetas

José Hernández, caricaturista mexicano, nos habla de su novela gráfica Che: una vida revolucionaria.



Desde la primer viñeta, José Hernández crea secuencias sobre la vida de Ernesto Guevara que están planeadas para plasmar el idealismo y la congruencia que el “monero” político admira del argentino.
José Hernández se basó en el libro Che: una vida revolucionaria, del periodista estadounidense Jon Lee Anderson, biografía que decidió presentar en tres tomos, aunque empezando por el libro 2: Cuba, que habla sobre la vida del Che y su participación en la revolución cubana. Más adelante se publicarán El Che en México y El Che en Bolivia, parte uno y tres de la trilogía.


José Hernández. Todas las imágenes cortesía Sexto Piso.
¿Por qué decidiste adaptar la biografía que escribió Jon Lee Anderson en novela gráfica?
Eduardo Rabasa, editor de Sexto Piso, me propuso hacerla basándome en el libro de Anderson, una de las biografías más importantes sobre el Che Guevara. Me puse a pensar en la pertinencia de hacerlo o no e investigué sobre lo que se había hecho al respecto en historietas o en cómic. Conocía Che, vida de Ernesto Guevara, de tres grandes maestros: Héctor Germán Oesterheld y los dibujantes Alberto Breccia y Enrique Breccia. Es la novela gráfica más famosa sobre el Che, pero era un poco fallida. Aunque los dibujos son extraordinarios, la adaptación del guión no era muy afortunada, simplemente era una biografía ilustrada y se me antojó hacer una historia más del personaje y acepté. Eso fue hace dos años.


No es la primera novela gráfica que realizas, hiciste una con Fabrizio Mejía sobre el sismo del 85, ¿qué es lo que te atrae de este formato?
Es un género que me ha gustado desde siempre, desde niño, pero siempre le tuve entre miedo y respeto. Me especialicé en caricatura política, no soy caricaturista gráfico, y respeto mucho a la gente que hace novela gráfica. Cuando Fabrizio me propuso realizar la del terremoto del 85, me pareció que era la oportunidad de incursionar en esto. Nunca me hubiera atrevido solo, necesitaba ese empujoncito. Aunque el resultado me gustó, quedé inconforme con el lado gráfico y quise quitarme la espinita con la del Che. Siento que mejoraron mucho los dibujos, éstos tienen color, la otra es en blanco y negro. La primera ocurre en el año 85 y la otra en los años cincuenta y sesenta, ése fue un reto.


¿Cómo trabajas todas esas texturas en cada una de las muchísimas viñetas?
Me llevó todo el año pasado, los primeros tres meses trabajé sobre el guión. En cuanto decidimos que se haría en tres partes y que íbamos a empezar con la parte 2 que es Che en Cuba me puse a trabajar en el guión, luego empecé a hacer varios dibujos como propuestas de diseño de cómo iban a hacer los personajes algunos eran con tinta china, otros con pincel, y vi que funcionaba más los dibujos a lápiz y la hice a lápiz, ya después incluí el color, hice muchos experimentos gráficos, con texturas, con ambientes, con capas y así fui armándolo, fueron meses de trabajo investigué y conseguí muchísimas imágenes del Che de la época, de su familia, de Cuba, de Argentina, de la ropa, de los uniformes, de las armas, etcétera.


¿Visitaste algunos de los lugares?
Fíjate que no, pero sí tenía la idea, he visitado esos lugares y quería visitarlos para esto pero me agarraron las prisas y era visitarlos o terminarla.


Y de la figura del Che, ¿qué es lo que más te atrae?
Es un personaje muy interesante, porque va cambiando, empieza con sus inquietudes en sus primeros viajes que hace en Argentina, Sudamérica, y luego Centroamérica y en México, esto saldrá en el siguiente tomo, pero cómo se va interesándose por la cuestión social y situación real entre Estados Unidos con Centro y Sudamérica, de ahí nace su deseo de pelear en contra del gran enemigo que era Estados Unidos. Hay dos cosas que hay que resaltar en él y lo trato de plasmar en la novela: su congruencia con lo que pensaba y con lo que hacía, primero era llevar a la práctica cosas que él decía y las cosas que él exigía a sus hombres en el terreno de la guerrilla, claro  esto la manejaba bajo la premisa de que la única manera de cambiar las cosas era a través de la violencia y  de la lucha armada, yo estoy de acuerdo, pero resaltaría más su congruencia e idealismo.


“Cuenta una historia, envuelve al espectador, hay varias secuencias que funcionan bien y tiene todos los elementos gráficos para que el lector se meta en la historia, faltan dos partes más de esta trilogía espero que vayan quedando mejor” José Hernández

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