MÚSICA: Nota / The Strokes
Por Julieta Sánchez Quiroz
Un golpe, una pincelada, un grupo irreverente que se hizo notar a nivel mundial por su propuesta melódica: tomando los conceptos básicos del rock -un ensamble en el que guitarras, bajo y batería se complementan con una voz muy peculiar-, la banda neoyorquina The Strokes se posicionó como una de las mejores propuestas del rock alternativo.
Su álbum debut, Is this it (2001), los separó de los sonidos que dominaban la escena del rock en los primeros años del siglo 21: el metal de Deftons, Limp Bizkit y Linkin Park o el pop británico de Coldpaly, Travis o Starsailor. La voz de Julian Casablancas y el ritmo que Albert Hammond Jr. le imprime a su guitarra los hicieron reconocibles en todo mundo. El sonido de temas como “Is this it”, “Last nite” o “Trying tour luck” no sólo gustaba a los fans, sino que interesaba como una propuesta refrescante aunque las letras carecían de profundidad. Entre los críticos de entonces, hubo quienes los identificaron con el llamado rock garage de los años setenta.
Esa forma de hacer música se mantuvo –no faltaron las acusaciones de perder novedad y caer en la repetición-, en su siguiente producción: Room on fire (2003), placa de la cual sobresalieron las rolas “Reptilia” y “12:51” aunque, en general, se trata de un disco sólido.
Para este tiempo, la cuidada irreverencia de los Strokes –una estudiada informalidad en el vestir que, decían, les ayudaba a sentirse cómodos, y un comportamiento estereotípico acorde con su estatus de estrellas de rock- contagió a sus seguidores con la energía de su música, pero, sobre todo, imponiendo modas y despertando su interés en la información que generaban fuera de este ámbito.
Parte fundamental del éxito del quinteto neoyorquino –a Casablancas y Hammond los acompañan Nikolai Fraiture (bajo), Fabrizio Moretti (batería) y Nick Valensi (guitarra)- se debió a sus presentaciones en vivo: la promoción de ambos álbumes los llevó a tocar en varias partes del mundo, tanto en América como en Europa, incluso Japón.
No obstante, Firts impressions of earth (2006), su tercer álbum, recibió una acogida más bien fría con todo y que su primer sencillo, “Juicebox”, debutó en los primeros lugares de las listas de popularidad: desapercibido y olvidado por muchos, presentaba una propuesta más experimental que para un sector de la crítica significó un paso adelante en el sonido de The Strokes.
Un año después, en 2007, su mánager hizo oficial su separación temporal, pues cada uno seguiría una carrera por separado.
Con un bombardeo de comentarios por las redes sociales desde 2009, comenzaron los rumores sobre un posible nuevo disco. Dos años más tarde la producción ya era una realidad: Angles, el cuarto álbum, salió a la venta en marzo pasado. Se trata de una propuesta que ha dividido a sus fans: mientras unos lo consideran casi una genialidad, otros lo repudiaban por carecer del “punch” asociado con sus dos primeras producciones y unos más decían que era un regreso a sus inicios. Albert Hammond Jr. ha dicho que “no es un regreso, como se ha dicho. Digamos que el álbum está dividido en capítulos de dos canciones. Algunos incluyen cosas que nunca habíamos hecho. Hay teclados Farfisa, samples electrónicos, sintetizadores y efectos para distorsionar la voz”.
En una entrevista, el guitarrista Nick Valensi iba por el mismo tenor: “usamos más teclados, sintetizadores y coros… Diferentes texturas. Y la técnica fue distinta, porque tocábamos, practicábamos y luego grabábamos, mientras que antes era más improvisado. La manera de componer también fue distinta; hay rolas compuestas por los cinco y eso no es algo fácil”.
Entre los temas de Angles se encuentran “Machu Picchu”, pieza de un sonido parecido al new-wave de principios de los años ochenta , y “Under Cover Of Darkness” que definitivamente te recuerda el primer álbum del quinteto.
Es casi seguro que graben otro disco, pues en una entrevista con la revista Rolling Stone, Albert Hammond Jr. y Nikolai Fraiture dijeron que aprovecharon la etapa creativa de su cuarto álbum para seguir creando, por lo que ya tienen más temas que pronto darán a conocer.
The Strokes en México
Las tierras mexicanas para el quinteto no son desconocidas. El propio Valensi, en la entrevista citada, dijo: “Nos encanta tocar en México… Tenemos a los mejores fans allá…; siento que somos como Elvis ahí”.
The Strokes ha promocionado todos sus discos en nuestro país. Se presentó en el entonces Salón 21 (hoy José Cuervo Salón) un 26 de enero de 2002. Regresó para presentar su segundo álbum, Room on Fire, el 19 de marzo de 2004, ya en el Palacio de los Deportes, y la última vez que se presentó este quinteto en México fue en septiembre de 2006. Ahora regresarán como parte del cartel del Corono Capital, festival que cerrarán, el próximo 15 de octubre de este año.
Publicada originalmente en la edición de agosto de la revista Sky View. FOTO: Cortesía Sony Music.
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