Los juegos de Ender

Asa Butterfield como Ender Wiggin.

Aunque desde sus inicios la literatura ha alimentado las historias cinematográficas, últimamente el cine ha recurrido a las sagas literarias para nutrir franquicias. Fue el caso de Harry Potter o El señor de los anillos, los ejemplos más destacados de la primera década del siglo 21 y también quizá los que hicieron pulular las películas seriadas que han inundado las pantallas, como Crepúsculo, Percy Jackson o Los juegos del hambre, sólo por citar.
Ahora parece que Los juegos de Ender (Ender's game, EU, 2013), adaptación de la novela que Orson Scott Card publicara en 1985 y que se complementa con otras cuatro para conformar La saga de Ender, quiere seguir por esa ruta. Sólo que el primer resultado está más cerca de la blandengue Cazadores de sombras que del ritmo y las tensiones que consigue, por ejemplo, el personaje de Katniss Everdeen (interpretada por la oscareada Jennifer Lawrence) en la saga Los juegos del hambre.
Viola Davis.
Asa Butterfield, un actor que consiguió crear a un personaje entrañable en La Invención de Hugo (Scorsese, 2011), es Ender Wiggin, un niño prodigio que en el año 2070 es reclutado por la Flota Internacional para unirse a la escuela de combate y recibir el entrenamiento para enfrentar a una raza extraterrestre (los insectores) que ya había tratado de invadir la Tierra –casi exitosamente– y que supuestamente busca hacerlo de nuevo.
Ender es un elegido. Así como Frodo o Harry Potter en las cintas ya referidas. Es a él a quien el coronel Graff (Harrison Ford en un papel trabajado en piloto automático) le ve el potencial para dirigir una guerra que se aproxima, por eso lo convence de irse al programa de la escuela de combate ubicada en el espacio, adonde Ender llega precedido de su talante agresivo pero también de su gran coeficiente intelectual que le permite afrontar sus desventajas físicas con una buena estrategia aun en condiciones adversas.
Gavin Hood, un director acostumbrado a escribir sus propios guiones (y que aquí adaptó la novela), nos muestra que estamos frente a un genio, pero la actuación de Asa sólo refleja apatía. Todos sus compañeros empiezan a considerarlo un líder, pero no se logra entender por qué.
Butterfield y Hailee Steinfeld.
Uno esperaría que Butterfield, con el carisma con el que se desenvolvió en La invención de Hugo, entregaría una actuación convincente. Pero nada más alejado. Es mecánico e inexpresivo, sin profundidad. Y de eso padece el resto del reparto: Hailee Steinfeld, quien interpretara magistralmente a Mattie Ross en Temple de acero (Hermanos Coen, 2010), es Petra Arkanian, la compañera que le ofrece su apoyo a Ender y que se mueve con la misma inexpresividad, como si la trama bastara por sí sola para convencer al espectador. Y Abigail Breslin, aquella chiquilla encantadora de Pequeña Miss Sunshine (Dayton/Faris, 2006), también está desaprovechada –como lo están Viola Davis y Ben Kingsley– en su pequeño papel de Valentine, la hermana de Ender.
Hood, cuya filmografía incluye X-Men orígenes: Wolverine (2009), tampoco crea tensiones convincentes y toma su escena inicial, aquella en la que el héroe Mazer Rackham consigue la victoria para las tropas terrestres durante la invasión, como un leit motiv que se repite una y otra vez ante nuestros ojos y cuyo twist se adivina casi desde el principio.
Ante la falta de escenas de acción y de efectos especiales espectaculares, uno esperaría que la mejor parte de la película sería el trasfondo psicológico de los personajes y la tensión dramática de la historia. Pero parece que Hood está negado a conseguirlos.  A pesar de su gran reparto, hace lo posible por llevarlo hacia tierra de nadie.

Los juegos de Ender estrena en México este 3 de enero de 2014.

Comentarios

Entradas populares