La fusión de Franz Ferdinand y Sparks: FFS



Cuando empieza la voz de Alex Kapranos en "Johnny Delusional" parece el viejo Franz Ferdinand, pero de inmediato se nota que ha sido reforzado, remozado, con un sonido digamos que renovado. Empiezan entonces a notarse las aportaciones de Sparks (el dueto angelino integrado por Ron y Russell Mael, cuya carrera empezó en los años setenta), con los cuales desde hace 11 años los escoceses se platearon la posibilidad de colaborar pero hasta apenas hace dos se concretó con este proyecto nombrado F.F.S.
Foto: David Edwards/cortesía Sony Music

En "Call Girl" hay un espectro retro en sus sintetizadores que alcanza su mejor momento a la mitad y que a partir de ahí mantiene la promesa de un álbum con fuerza. La aportación de los Mael es evidente aquí. "Dictator's Son" va por otra vía, está en otro canal, aunque eso no debilita la propuesta musical, sino que la fortalece con un sonido mucho más poderoso y pegajoso en el que el F.F.S. está ya consolidado. Sigue con el espíritu exploratorio, aunque la vía sea un sonido más seco, que no menos emotivo ni rítmico.

El tono tranquilo, baladesco de "Little Guy from the Suburbs" es otro cambio radical en esta exploración sonora. Aunque hay un punto en común que hasta aquí parece constante: cierto desencanto que se percibe en las letras (como ese there are no heroes in this land). "Police Encounters" empieza con un tono sosegado que combina bien con el track anterior, para luego cambiar a un tono juguetón e irónico que recuerda un poco a los tonos vocales de Emily Autum. "Save me from myself" sigue con el tono lúdico y su alegre pesimismo, incluso con cierto referencial hacia la música de cámara.

"So Desu Ne" es otra vuelta a las exploraciones sonoras de los F.F.S., con un sonido más cercano a la parte Sparks del ensamble. "The man without a tan" es una rola que suena a Franz Ferdinand, pero al mismo tiempo no: hay de vuelta una referencia a la música de cámara, un ritmo que no deja de hacernos mover con él y una letra que no deja esos apuntes sarcásticos. "Things I won't get" es una crítica juguetona, pero ninguna rola con un ritmo tan lúdico, por lo menos hasta esta parte del álbum, como "The Power Couple".
Foto: David Edwards/cortesía Sony Music.

Y, pues, bueno, el título lo dice todo: "Colaborations don't work". Comentario irónico sobre la misma fusión que hacen los escoceses con los Spark; con un ritmo muy tranquilo, la rola tiene un cambio fenomenal pasaditos los 4:33 minutos (aunque los 60 segundos que siguen después de los tres minutos ya tuvieron una serie de transformaciones).

"Piss Off" es abiertamente más movida, incluso más positiva que todas las anteriores sin dejar ese tono pesimista porque parte de ahí para marcar su positivismo. "So many bridges" está muy en el tono de lo que ha sido la banda, lo mismo que "King of the Song", con cambios de ritmo bien logrados. "Look at me" vuelve a la exploración con sintetizadores y lo hace con bastante eficacia incluso recordando por momentos al Velvet Underground.

El álbum cierra con "A violent Death", una pieza que recuerda al tono de un musical con su coro y por el talking voice que ora sí que lleva la voz cantante. Es una pieza de una exploración formidable, con un ritmo sosegado, un cierre de álbum que te dejará satisfecho y pensando.


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