James y su presentación en el Vive Latino
Por Javier Pérez Tim Booth. Foto: Instagram de @wearejames
James es música que se respira, un impulso eléctrico que se acrecienta, un melodioso, escandaloso y rítmico rocanrol. James son nueve músicos entregados a la conjunción sonora. James es un frontman que parece poseído por la música que se genera sobre el escenario. James es un maldito desmadre con un discurso sonoro impecable. James es un caos meticulosamente imprevisble. James es un caos meticulosamente provocador. James es un canto colectivo, una amalgama de voces. Una amalgama de brincos y bailes pero uno solo y único frenético: el de Tim Booth, su vocalista, que se repite incontables, incansables, infatigables veces. James es entrega total, arriba y abajo del escenario. James es un trompetista excelso como Andy Diagram.
James tocará en el Vive Latino el domingo 17 en el escenario Telcel. Su concierto está programado de las 23:20 a las 00:20 horas. Y no será el último en ese escenario esa última noche del Vive. Dice Jim Glennie, bajista de la banda británica, durante una conferencia virtual con medios, que ellos saben que estarán en un gran festival, con pocas bandas no latinas en el cartel. “Por eso me siento muy halagado de que nos hayan elegido este año”.
Es el regreso de James a México desde 2017. Antes del Festival Iberoamericano de Cultura Musical se presentarán en el Guanamor Studio de Guadalajara. Este viernes. Jim está consciente de que en el Vive, “vamos a tocar para mucha gente que tal vez ni siquiera conozca a James, que vendrá a ver a los otros artistas, ya sabes. Y ese es nuestro desafío: tratar de ganarnos a esa gente. Ojalá la gente esté ahí para ser receptiva y escuchar. Y nuestro trabajo, nuestro desafío, entonces, es involucrarlos, atraerlos. Y tal vez, ya saben, dejarlos con ganas de escuchar más”.
Así ocurre siempre: hace falta más James y siempre se pide a gritos. Jim tiene el, llamémosle, deseo de que tal vez esa gente receptiva que no los conoce vaya y escuche los discos en Spotify una vez que ya en su casa quiera saber y conocer la música de esos individuos entregados a la conjunción sonora y a la invariable espontaneidad que guía sus setlist. Tal vez, dice, “nos ganemos a gente nueva”. Para James, la banda con nombre de pila, siempre es un placer tocar en México. “La gente es muy alegre, muy edificante, muy acogedora”.
James y su primera vez en México
–No quieren decirte que vayas a un país donde no se va a comprar música, porque lo único que les importa es el dinero –dice–. Pero vamos donde tenemos audiencia. Y entonces reservamos un lugar con capacidad para 2 mil personas. Y se agotó en una semana. Así que lo subimos a 4 mil. Y se agotó en unas pocas semanas más. Y al final, tocamos para 12 mil personas. Y nos quedamos impactados. No teníamos idea de que teníamos ese nivel de audiencia.
Esa primera noche perdió la camiseta. “La gente literalmente me arrancó la ropa. Había un nivel de pasión que realmente no esperábamos. Simplemente hubo alegría”, cuenta en la charla con medios. Tim Booth hace una diferenciación entre James y la mayoría de sus contemporáneos. “Ellos se concentraron en ser geniales y nosotros, en tocar el corazón de las personas”.
Tim Booth: nos encanta lo que hacemos
Andy Diagram y Tim Booth. Foto: Instagram de @wearejames |
Tim se metió en la música debido a que escuchó una canción de Patti Smith sobre un niño que pierde a su padre justo la noche en que le dijeron que su padre iba a morir. Tenía 16 años.
–Y esta canción me hizo sentir menos solo. Y para mí, creo que hacemos eso. Simplemente tratamos de llegar a las personas y hacerlas sentir menos solas –dice Tim–. Tenemos otras canciones, más frívolas y divertidas, pero tenemos canciones que yo consideraría, y esto puede sonar pretencioso, como medicina, y la gente nos escribe para decirnos que es verdad… Al final, queremos tocar los corazones de las personas y dejarlos apasionados, dejarlos cantando, dejarlos bailando, dejarlos divirtiéndose”.
En otro momento, Jim retoma lo dicho por Tim. “Las canciones significan diferentes cosas para diferentes personas, y traen recuerdos, o reflejan una parte de su vida. Es emoción, la despierta, y la compartes con las personas que te rodean, y la magnifica, la amplifica. Es una experiencia especial. Y estar en una banda, y ese es tu trabajo, es increíble. Qué mayor privilegio”.
–Nos encanta lo que hacemos –sostiene Tim–. Por eso seguimos haciéndolo después de 40 años, más que la mayoría de los matrimonios en este país. Todavía nos apasiona lo que hacemos. Tenemos una banda de nueve integrantes, tenemos un trompetista, lo cual también es inusual para una banda. Tenemos un guitarrista que es un violinista brillante, otro guitarrista es un violonchelista brillante. Así que tenemos flexibilidad en la musicalidad dentro de la banda”.
James y el set list del Vive Latino
A James se le identifica como una banda que incluso toca mejor en vivo que en estudio. “Hay algo de verdad en eso –reconoce Tim–. Hay otras dimensiones que suceden en una situación en vivo. Elegimos canciones que se adaptan al público cada noche. No tendremos el set para México hasta una hora y media antes de subir al escenario porque miraremos al público y diremos: ¿qué necesita? Y así abrirnos con lo maravilloso”.
–Nos gustan los desafíos y nos gusta que den miedo. Nos gusta el miedo. Estar en James no se trata de eliminar el miedo –dice Jim–. Se trata de aceptarlo, de usarlo de manera positiva. Y da miedo. Pero muchas bandas buscan ensayar y practicar para que ese miedo ya no esté ahí. Existe la seguridad y la previsibilidad de que las cosas sean iguales cada vez. Nunca hemos querido eso. Siempre hemos querido la imprevisibilidad de que las cosas puedan ir sorprendentemente bien. Pero a veces las cosas han ido mal. Hay un error. Aspiras a algo y no lo logras. Eso es genial. A veces lo entiendes. Y la multitud ve eso. La gente ve eso y responde y saben que estás apuntando a algo especial y algo nuevo y lo logras. Y es entonces cuando se erizan los pelos de la nuca. Y es un momento especial, pero no siempre lo logras, y tienes que estar abierto a eso. Si lo ensayas hasta la muerte, nunca sucederá.
–Una de las mayores diferencias entre nosotros y la mayoría de las bandas es que no tenemos un set para cada noche –explica Tim–. No puedes mirar el set que tocamos anoche y pensar que lo tendrás mañana. Queremos que sea una comunicación viva con las personas que están frente a nosotros cuando tocamos. Y eso significa que la noche del viernes en México será muy diferente a la noche del lunes en Lisboa. Y tocas un set muy diferente. Y también, si algo sucedió en las noticias que molestó a la gente, eso se tendrá en cuenta. Es posible que tengamos una canción que pueda relacionarse con eso o que pueda ayudar a la gente a expresarlo. Así que elegimos nuestras canciones según el día de la semana, la ciudad y lo que sucede localmente y también qué canciones la banda está tocando realmente bien. Hay ciertos momentos en los que se nota que una canción está ardiendo en la banda. Así que es probable que toquemos esa canción y puede que no sea un éxito. Puede que sea un lado B, pero puede que sea tan fuerte que tengamos la confianza suficiente para tocarla.
–Y a veces cambiamos la lista de canciones cuando estamos en el escenario –añade Jim–. Ya sabes, trabajaremos en lo que pensamos que era la lista correcta y luego diremos, ¿sabes qué? ¿Deberíamos cambiar esto? Y tendremos una pequeña discusión en el escenario, mezcla algunas canciones y toca otra cosa. Ya sabes, eso sucede a menudo.
–Creemos que el público aprecia la espontaneidad –dice Tim–. Puede que estemos equivocados. Puede que no les guste el caos, pero creemos que hay espacio para eso en este mundo tan apretado en el que vivimos, donde todo está en cajas y colocado en su lugar. No queremos eso. Queremos hacer estallar eso.
Portada de Yummy, nuevo disco de James. |
James estrena nuevo disco, Yummy, en abril. Quizá se cuele alguna nueva rola en el set del Vive. Se puede preordenar en la página oficial de James.
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