"Imposible decir adiós", lo más nuevo de Han Kang, la escritora surcoreana que ganó el Nobel de literatura
Por Javier Pérez
Imposible decir adiós es el título de la más reciente novela de Han Kang, escritora surcoreana reconocida con el Nobel de Literatura en 2024.
“Su intensa prosa poética afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”, escribió el jurado del Nobel en el acta que reconocía a la escritora de 57 años.
Imposible decir adiós, publicada en español por Random House a finales de 2024, es una muestra de esa afirmación a partir de una historia sobre dos amigas creadoras enmarcada por la Insurrección de Jeju o Masacre de Jeju, rebelión iniciada en la isla de Jeju, Corea del Sur, el 3 de abril de 1948, reprimida cruentamente por parte del ejército de aquel país, causando más de 30 mil víctimas mortales.
La prosa de Han Kang transita entre lo fantástico y lo inquietante, entre los recuerdos tangibles y un presente fantasmagórico mientras Gyeongha, la narradora de la novela, descubre que su amiga Inseon, una brillante documentalista que dejó su carrera por cuidar a su madre y dedicarse a la carpintería recluida en su casa de la infancia, ha tenido un accidente.
Cuando acude a su llamado y la visita en el hospital de Seúl al que le trasladaron, Inseon, quien podría perder un miembro, le pide algo inusitado: que vaya inmediatamente a la lejana Jeju para alimentar a su cotorra. Cuando Gyeongha aterriza, una tormenta de nieve le imposibilita el camino al que parece nunca podrá llegar. Pero al conseguirlo, hambrienta y fatigada, encuentra una casa que aparentemente no está sola.
Ocurren situaciones extraordinarias en esa casa sin electricidad en la que la fuerza de luchar contra el olvido alimenta a las sombras que le revelan a Gyeongha lo que se trasluce detrás de sus pesadillas, aquellas desoladoras y cruentas escenas con las que empieza la novela.
Lo que sigue es una historia que sucede en un territorio entre lo onírico y la duermevela, entre lo fantasmal y lo brutal, en donde la realidad se funde con la memoria de una investigación que trasciende generaciones para dar cuenta de un centenar de archivos sobre la masacre de Jeju y, junto a ello, la desgarradora historia familiar de Inseon y la de su madre.
La nieve, que tiene un papel protagónico en la ambientación de Imposible decir adiós, es un elemento poderoso que funciona más allá de una metáfora poderosa. Y aunque el relato es lineal y de algún modo claro, Han Kang consigue volverlo ambiguo, como surgido de la penumbra, para dejar sentado que, cueste lo que cueste, hay que sacar a la luz los horrores que se quiere que permanezcan en el olvido.
Comentarios