CINE: Entrevista a Leonardo Ortizgris
Leonardo Ortizgris en una escena de ¿Conoces a Tomás?. Foto: cortesía Videocine |
El día que Fer (Marcela Guirado) debe cuidar a su hermano Tomás (Hozé Melendez) debe atender una cirugía de urgencia. Su novio, Leo (Leonardo Ortizgris), un músico desempleado que le ha jurado poner orden en su vida, se ofrece a hacerse cargo. Pero justo ese día, su amigo Christopher (Alan Estrada), con quien trabajaba en un grupo versátil, le pide ayuda para tocar en la boda de un productor de músico famoso, lo cual despierta el interés de Leo, que quiere mostrar su trabajo como creador musical.
Precisamente encontrar lo musical fue lo que más trabajo le costó al actor que alcanzara reconocimiento por la película Güeros, de Alonso Ruizpalacios. “Durante el proceso, María y yo fuimos descubriendo qué tipo de músico era Leo, qué música tocaba. Al principio pensamos que quizá tocaba el acordeón; después, una guitarra, y al final llegamos a la conclusión de que era un músico que trabajaba más con texturas sonoras, con maquinitas, con ruiditos”. Pero cuando le dijeron que además cantaba, entonces se puso complicado. “Me temblaron las rodillas, porque no tengo ninguna educación musical en el canto, soy pésimo, así que fue un enfrentamiento conmigo. Tomé clases de canto, más clases de confianza, en realidad, pero al final quedó muy bien la canción”.
De hecho, la filmación de las escenas musicales se dio con sonido directo, cuenta Leo, quien ganó el Ariel a la mejor coactuación masculina este 2019 por el filme Museo.
Se juntan varios proyectos en géneros distintos y plataformas diferentes para ti…
La verdad estoy muy contento de que me inviten a proyectos particulares, proyectos que me interesa contar, con directores nuevos, con temas nuevos, con narrativas nuevas. Me gusta experimentar y he tenido la suerte de que esos experimentos han funcionado. Así empezó Güeros, que era la ópera prima de Alonso Ruizpalacios y de pronto fue un hitazo y le fue muy bien. Y también en otras series son primeros proyectos que salen y han funcionado, y eso me tiene muy contento y más contento me tiene que me consideren ahora, que varios directores me digan que les gustaría que trabajáramos juntos. Eso para cualquier actor es un regalo y es muy gratificante.
¿Crees que se vive una jena época para los creadores?
Sí, pero ese momento ya lleva unos cinco años o más. Se está produciendo mucho, hay la necesidad de producir, de contar historias y hay las herramientas para hacerlo. Justo en este momento estoy filmando una serie que de crew somos diecisiete personas, con una cámara. Es un crew muy pequeñito pero está la necesidad de contar estas historias porque son proyectos que te pertenecen y como este, hay un montón. Y ves la Ciudad de México llena de filmaciones, por donde pases se está filmando y eso habla de muy buena salud para los creadores de este país, al menos a nivel audiovisual.
Entre teatro, televisión, cine, ¿que prefieres?
El teatro es mi amor, la verdad, es como mi refugio, un lugar donde yo me siento abrazado, donde la comunión entre todos los actores, el director, la gente que está ahí es de otra índole. En los proyectos cinematográficos es distinto: es industria y hay otros mecanismos de trabajo, no es tan íntimo, es más veloz, es más dinámico, aunque tiene su encanto, su emoción y su adrenalina y los dos me encantan. Lo que pasa es que con el teatro llevo tanto años haciéndolo que me siento más seguro; el cine es más una aventura muy cabrona y no sabes hacia dónde va.
¿Que te motiva a seguir actuando?
Son muchas cosas. Contar historias me parece muy emocionante. A mí me gusta ver historias, que me cuenten historias, entonces tener esa sensación y poder reprlicarla es uno de los puntos por los que hago teatro, cine y televisión. Pero no solo eso: creo que también hay una responsabilidad de las historias que cuentas y para qué las cuentas, creo que el cine tiene una responsabilidad muy grande respecto a la formación de una sociedad. Los que hacemos cine deberíamos contar historias que transformen esta sociedad. Entonces si uno ve amarillo, amarillo, amarillo, pues se portará de manera amarilla. Eso es lo que creo y es lo que a mí me gusta de hacer cine. Además, el cine lo ve muchísima más gente. El teatro lamentablemente en nuestro país es mucho más selectivo, lo ve muchísima menos gente. Ahí se cuentan otras historias. Pero lo que me gusta del cine es que llega a muchas más personas, que la gente salga del cine haciéndose preguntas y viendo al otro, que se transforme la gente a partir de las historias que ve y escucha. Y cuando pasa eso, aunque sea en una o dos personas, sientes que la tarea está cumplida al menos. Algo se modificó en esta persona al escuchar esta historia, sea en el teatro, el cine o la televisión.
¿Qué proyectos siguen?
Está este serie ahora y me voy a Chile a filmar una película muy interesante, que se llama Tengo miedo torero, y es una producción México-Chile y me toca estar en escena con Alfredo Castro, ni mas ni menos. Estoy súper emocionado de volver a trabajar con ese gran actor una película que pasa en los años ochenta. Y es una historia de amor y una intriga política muy interesante. Estoy muy feliz de que me hayan llamado de una producción extranjera y con un elenco internacional. Va a dirigir Rodrigo Sepúlveda, y participan Alfredo Castro y varios actores súper grandotes de cine chileno y habrá actores argentinos. Estoy muy contento porque la historia parte de una novela de Pedro Lemebel que se llama igual y es una novela divertida y dura porque se centra en los años de la dictadura y con esta narrativa que tiene Lemebel, que es tan corrosiva y sin complacencias. Espero que le vaya muy bien.
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