Entrevista: Itatí Cantoral protagoniza por primera vez un monólogo, Juicio a una zorra, donde interpreta a Helena de Troya
Por Javier Pérez
A Itatí Cantoral le emociona hacer un monólogo: es algo totalmente nuevo en su carrera. Implica, dice en entrevista, “mucho reto, mucho conocimiento, mucho aprendizaje, muchos nervios, muchas cosas en mi vida. En estos momentos estoy a punto de decir qué estoy haciendo aquí, estoy en ese momento donde el actor dice cuándo dije que iba a ser actriz, por qué dije que sí”.
Juicio a una zorra, del dramaturgo español Miguel del Arco, es el monólogo que protagoniza Itatí bajo la dirección de Alonso Íñiguez y que la mantendrá en funciones de viernes a domingo desde este 11 de julio y hasta el 31 de agosto en la Sala A de La Teatrería.
La puesta en escena, de acuerdo con la información de la compañía, reescribe el mito de Helena de Troya desde una mirada femenina, íntima y profundamente actual, en la que Helena ajusta cuentas con los hombres que decidieron su destino: Teseo, Menelao, Agamenón, Ulises, Aquiles… y hasta con el propio Zeus. Sin embargo, en el centro de todo permanece Paris, su único amor.
A Itatí la invitó el director para interpretar a Helena de Troya, “tan conocida por ser la culpable de desencadenar la guerra más famosa de la historia… Agradecí mucho que Alonso, que es el director, fuera el que el que pensara en mí, porque en el teatro los que realmente crean todas estas cosas hermosas son los directores, con los actores, pero tienes que tener un director como Alonso para una obra como esta”.
Además del texto, a Itatí le parece que la Sala A de La Teatrería es el lugar idóneo. “La gente está muy cerca y te ven absolutamente todo, todo. Y además tú tienes que voltear a verlos a ellos, porque el personaje no le está hablando a la nada, le está hablando al pueblo, los que la van a juzgar: el jurado popular es el público. Entonces el público es un personaje y tienes que tener este entrenamiento actoral donde se hace el personaje con las otras personas, que son nuevas para ti, porque todos los días va a cambiar el público, ¿verdad? Estoy muy emocionada porque para mí ha sido un gran experimento”.
El personaje representa un reto actoral por los matices que tiene, dice la actriz conocida por sus personajes en telenovelas. “Hay momentos en donde ella tiene que ser ella, realmente tú tienes que sentir lo que le está pasando, que son cosas verdaderamente terribles. Hay otros momentos donde ella es muy sarcástica y y tiene un humor negro que ojalá pueda contagiar al espectador. Entonces tiene muchos matices muy complicados, de muchas horas de trabajo, de mucha entrega, de mucha pasión, de estar al cien por ciento”.
Lo que le deja a Itatí
Hay muchas cosas que, dice Itatí, le han pasado por la cabeza al trabajar en Juicio a una zorra, “pero lo más fuerte es que quiero un mundo mejor para mi hija María. Está muy bien que platiquemos de estas cosas y que no nos alejemos de estas conversaciones, sino que nos abramos al diálogo para que haya menos mujeres abusadas y más leyes, pues te empiezas a preguntar qué pasa con los papás en la actualidad".
Sostiene: "A mí me resonó mucho que haya niñas de 9 años casadas con hombres mayores de treinta. Entonces pienso, ¿quién las casó? ¿Cómo puede estar legislado? Los papás de los niños en México, me cuestiono, ¿no tienen responsabilidad ante los adolescentes? ¿No están protegidos? Deberían de estarlo. Porque yo me imagino que una niña de 9 años casada es una violación, por más que digan que la niña quiso. No creo que pueda una niña de 9 años decidir con quién quiera pasar la vida o con quién quiera tener sexo. Y hoy en México hay niñas de 9, 10 y 13 años con hombres mucho mayores, casadas, en México en la actualidad. Entonces, esto te abre unos cuestionamientos muy poderosos y muy fuertes”.
Y es que, dice Itatí, este monólogo permite cuestionar los mitos y las leyendas y todo aquello que parece haber sido escrito para mantener el estatus de los poderosos. “Y qué bueno que la obra hable de esto y que nosotras también, tanto los hombres como las mujeres. El director me ha hecho averiguar, investigar, que a veces hay más hombres abusados que mujeres, que niñas, hay más niños abusados. Y pensamos que porque somos artistas no nos pasa, pero esto siempre viene desde las familias y son temas tabú que nadie quiere hablar. Entonces es mejor hablarlos, expresarlos y verlos dimensionados”.
Añade que el diálogo es fundamental. “Si tienes diálogo entonces puedes tener armas. Yo como mamá pienso que si a mí mi hija me llega a tener confianza, pues voy a poder tener mejor cómo ayudarla que sin tener la menor idea de dónde está mi hija, porque no platico con ella, porque hay temas que para mí no, que eso no va a pasar en mi casa o eso no pasa en mi familia. No, sí pasa y pasa todo el tiempo y ahora pasa más porque las mujeres salimos a trabajar. Es normal que las mujeres salgamos a trabajar y cuando tú vas a ganar un sueldo y tienes un jefe, esos abusos de poder, por supuesto que existen. Yo creo que no hay ninguna mujer que trabaje que no diga que no ha tenido alguien que le haya propuesto algo que no haya querido”.
Itatí en dos preguntas
–¿Qué te motiva a seguir contando historias?
–Pues eso, como entenderme, entendernos y entender a la humanidad, que tenemos que trabajar e ir mejorando conforme la marcha y que gracias a las expresiones artísticas pues tenemos esta posibilidad de de tocar nuestro corazón, de hacernos más sensibles, que, pienso, es lo único que realmente nos vamos a llevar de este mundo, porque segurísimo nos vamos a morir todos. Y pues te llevas las impresiones que te quedan, lo que realmente has vivido con las personas con las que has compartido, lo que has sentido, que es lo que nos une como humanidad, que lo puedes ver en Helena de Troya, en millones y millones años atrás. Le duele las mismas cosas que me duelen a mí, entonces creo que eso es lo que a mí me apasiona del teatro y de la actuación, de crear historias.
–¿Ha sido duro para ti compaginar tus trabajos como actriz de televisión con estos otros en teatro?
–Sí, porque obviamente todos tienen sus mitos, entonces que en la televisión son malos actores, que no te prostituyas. Yo ya pasé por todo, ya tengo 50 años de edad, empecé muy chica, desde los 16 y obviamente hubo una parte de mi vida, cuando tenía 30 años, que decía “yo quiero que me reconozcan, ya no quiero que me digan que soy la maldita lisiada. Odio que les recuerde el meme, yo quiero ser una actriz”. Pero, mira, dicen que los años vienen con cosas muy buenas. Y sí es cierto, porque hoy en día, te digo la verdad, no me interesa. Agradezco muchísimo que tenga un puente con la maldita lisiada y la gente y que muchas personas hasta me saludan como si me conocieran, porque me vieron en sus casas con la televisión y pues lo tomo a mi favor. Honestamente, ya no me cuestiono esas cosas que quiero que me reconozcan, porque he entendido que lo importante es el trabajo, hay que trabajar y a mí me gusta trabajar y no siempre te quedan bonitas las cosas, hay personajes que te funcionan bien, otros no tanto. Y pues digo, ya no es que busque que me valoren como una actriz, sino que intento divertirme, amar lo que hago y agradecer lo que hago y evidentemente seguir con la misma pasión y la misma entrega para dar lo mejor, pero hasta ahí”.
Juicio a una zorra se presenta del 11 de julio al 31 de agosto en la Sala A de La Teatrería, con funciones los viernes a las 20:30 h, sábados 18 y 20 h y domingos a las 18 h.
Comentarios