Misión imposible: sentencia mortal parte 1 y la época de las sagas
Escena de "Misión imposible: sentencia mortal parte 1". Cortesía Paramount Pictures |
Por Javier Pérez
En esta época de sagas y franquicias fílmicas longevas, parece que nadie está dispuesto a terminar la suya. Hoy estrena Misión imposible: sentencia mortal parte 1, séptima entrega de una saga que seguirá en 2024. Pero no es ninguna novedad que ahora haya tantas. La del agente 007 se lleva las palmas por ser la más larga: Dr. No, el primer filme que adaptó las novelas de Ian Fleming sobre el personaje de James Bond, se hizo en 1962.
Desde entonces, ya suman 25 películas producidas por EON (más otras dos que no y una serie incluso anterior) y seis actores que interpretan al 007 (más dos más si se suman las producciones que no son de EON). Y aunque sus fans no se forman en hordas disfrazados del elegante agente secreto, su éxito ha dejado constancia de la perdurabilidad de una saga fílmica.
En lo que va de este siglo, ha habido un resurgimiento de las sagas en una medida bastante similar a lo que ocurrió un siglo antes con otros seriales y como ocurría con las entregas literarias como las de Sherlock Holmes, a quien su autor, cansado, decidió matar hasta que la presión lo obligó a revivirlo.
Escena de "Misión imposible: sentencia mortal parte 1". Cortesía Paramount Pictures. |
Se retomaron algunas sagas que venían de los años setenta y ochenta conservando y adquiriendo seguidores, como la de Star Wars, o quitando incluso a los protagonistas de las mismas en los spin off (como en Creed, del universo de Rocky). Y surgieron otras, como la de Harry Potter, adaptación de siete novelas que derivó en el llamado universo del mundo mágico que ya lleva más de diez largometrajes incluida una trilogía spin off.
También otras no pegaron, unas más adaptaron trilogías literarias (El señor de los anillos, Los juegos del hambre) y algunas más siguen aprovechando una veta que les ha permitido hacer hasta 10 películas (Rápidos y furiosos) o derivaciones con personajes e historias interconectadas (el universo cinematográfico de Marvel que ya se extendió a las series).
Misión imposible
Cartel cortesía de Paramount Pictures |
Este 13 de julio, un par de fines de semana después del estreno de otro serial (el de Indiana Jones), llega a las pantallas del mundo la séptima película de Misión: imposible, bajo el subtítulo de Sentencia mortal parte 1.
Así, como ha ocurrido desde que Harry Potter dividiera en dos partes su capítulo final, varias sagas han optado por no limitarse y extender una historia en un par de películas de más de dos horas de duración. En Sentencia mortal, el agente Ethan Hawke, interpretado por un Tom Cruise sexagenario todavía haciendo machincuepas y escenas de riesgo por cuenta propia, enfrenta una nueva misión imposible para librar al mundo de una amenaza que pondría el riesgo la seguridad de todos.
Escena de "Misión imposible: sentencia mortal parte 1". Cortesía Paramount Pictures |
Como ocurre en cada episodio de la saga, Ethan solo cuenta con un puñado de aliados que se cuidan las espaldas entre sí, dado que han renunciado prácticamente a tener una vida privada, y todo el asunto gira alrededor de las decisiones que se toman, que son de vida y muerte para aquellos involucrados. Aunque se menciona reiteradamente el peso de esta decisión para el protagonista, y es parte esencial de la trama, no se profundiza completamente en este aspecto.
Lo que se convierte en la parte central de la película, aquello que ha hecho que este sea el filme más caro de toda la saga, son las escenas de acción. Y en ellas, Tom Cruise, quien es además productor, y Christopher McQuarrie, el director, han puesto un gran énfasis para convertirlas en lo más atrayente de una película que compite con un montón más por atraer público a las salas. Y Cruise hizo lo posible por hacer lo menos con CGI y lo más a la vieja usanza de rodarla en escenarios. El resultado es un agradable espectáculo fílmico.
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